Watch Dogs: Legion se estrena el 29 de octubre, y se ubica en la ciudad de Londres que se enfrenta a su propia decadencia gracias a la vigilancia estatal, los militares privados, y el crimen organizado. A continuación, te presentamos las fuerzas que se encuentran en juego en la versión futurista de esta ciudad.
Crimen Organizado – Depredando a los Vulnerables
Cuando las cosas se desentrañan, los criminales huelen la oportunidad. Más allá de lo común y corriente… ya sabes, armas, drogas y prostitución. Estamos hablando de grupos delictivos que yacen en las sombras y que realizan actividades verdaderamente nefastas como el tráfico de órganos en redes oscuras y sí, incluso el tráfico de personas. Alguien realmente debería hacer algo al respecto…
Los futuristas – Progreso a Cualquier Costo
La tecnología ha hecho maravillas en la sociedad ¿no? Cosas como desplazar a los trabajadores a través de la automatización, las criptomonedas que crean volatilidad en los mercados e incluso la vigilancia las 24 horas. ¿No es fabuloso todo eso? incluso tenemos una inteligencia artificial que va borrando la línea entre el sere humano y las máquinas. ¿¡Qué tiempos para estar… vivo!?
Milicia Privada – Por tu Propio Bien
Este sí que es un verdadero alivio… ¡hay una corporación militar privada para mantenernos seguros! La mayoría de nosotros estará totalmente de acuerdo con ceder nuestras libertades personales a cambio de una falsa sensación de seguridad. ¡Es una gran oferta! Además, sus servicios son baratos. Definitivamente no hay motivos ocultos aquí.
Dedsec – La Resistencia
En medio de todo este caos se necesita de alguien que ayude a arreglar las cosas. ¿Las buenas noticias? Hay un grupo comprometido a devolverle Londres a la gente. Tal vez hayas oído hablar de ellos. Tal vez no. Son un grupo interesante. ¿Las malas noticias? Hay un montón de personas que no quieren que tengan éxito.
S.I.R.S – Siempre Observando
Ah, las maravillas de la vigilancia exhaustiva. Qué mejor que mantener seguro al Reino Unido, a través de la dominación, mediante la tecnología y de la consolidación de todas las agencias de inteligencia, bajo una misma bandera. ¿Quién necesita privacidad o libertad de expresión cuando hay un estado policial sin vigilancia observándonos?
