– Ricardo Mendez.
Todo lo que comienza tiene que llegar a un fin, es una verdad innegable y esta Comic-Con termino para nosotros con todo un archivo nuevo de experiencias, vivencias, anécdotas y pies muy adoloridos. El domingo es un día en el que ya no hay prácticamente nada, uno puede entrar a Hasbro y a Mattel sin problemas y comprar las exclusivas que hayan quedado, ya casi no hay firmas de autógrafos, los paneles de conferencias ya no son tan atractivos y el piso de exhibición cierra dos horas antes que en días anteriores. El objetivo de esta Comic Con se logró con creces, grabar suficiente material para Juegos, Juguetes y Coleccionables. Poder disfrutar de la convención, adquirir algunas exclusivas y pasarla bien.
El día para nosotros siempre comienza con una visita a Kobe’s Swap Market, el mercado de pulgas de la ciudad, para conseguir cosas que no están en la convención pero que igual nos resulte interesante. Siempre asistir a un mercado de pulgas es un volado, puedes salir cargado de cosas o puedes resultar sin daños. Hoy fue una mañana nublada y de hecho comenzó a llover, entonces no fue posible ver a detalle lo que había, pero en el plano general nada llamó nuestra atención, salvo unas revistas originales de Star Wars de los años setenta, las cuales conseguimos por un precio excelente. De ahí fuimos por ultima vez a la zona del Gas Lamp para ver el ultimo día de actividades de la Comic Con.
Lo primero que intentamos fue una experiencia interactiva de Sin City donde nos fotografiaron en blanco y negro para salir como en el poster de la película, al salir de esto, la lluvia cayo en el sur de California y no necesito se muy intensa para empaparnos, así que corrimos al Convention Center para poder estar resguardados y comenzar a trabajar. Las entrevistas fluyeron de lo mejor, pudimos terminar compras, ver buena parte del piso de exhibición y lamentablemente esperar la hora en que el sonido local anunciara que era momento de abandonar el lugar porque Comic Con terminaba.
Cuando al fin llego el anuncio se escucho un aplauso en todo el piso de exhibiciones mostrando el agradecimiento tanto de vendedores como visitantes. El sentimiento que se percibe es inigualable, hay miles de personas en un mismo lugar y nadie esta enojado, a pesar del calor, de los empujones, de las inmensas filas. Todos aquí entienden que es parte del show y que hay que seguir las reglas. Como lo mencionaba ayer, esta convención pude frustrar a muchos en un momento en particular, pero a los pocos minutos da algo que alivia y emociona nuevamente. Definitivamente hay magia en un lugar así.
Cansados, acalambrados, pero con una sonrisa enorme dejamos atrás esta edición 2014 de la Comic Con, nos vamos con mucho trabajo pendiente y el compromiso de regresar en el 2015 para intentar acercarlos a ustedes a este multifacético evento. Así pues, desde el cuarto de hotel, damos por terminada la edición 2014 del diario de guerra, San Diego Comic Con. Hasta el 2015.