De acuerdo con un artículo publicado por The Illinois Early Learning, los sistemas de construcción de juego con bloques dotan a los niñ@s de pensamiento espacial y matemático. Gracias a la acción de construir, los niñ@s comienzan a ser conscientes de la proporción de los objetos que los rodean y sobre todo también son conscientes del concepto de equilibrio.
Entre otras cosas, cada que los niñ@s entran en contacto con los bloques de construcción, tienen garantizado el contacto con formas y figuras. Al manipularlas, aprenden sobre las figuras bidimensionales que se encuentran en las superficies de los bloques. Pero también aprenden sobre las formas tridimensionales que los bloques representan: cilindros, prismas y cubos. Al construir, los niñ@s aprenden a organizar las cosas según sus tamaños relativos, colores, pesos y formas.
Los bloques de construcción no sólo permiten a los niñ@s desarrollarse de manera individual, sino también grupal, al estimular su capacidad del lenguaje, así como sus capacidades sociales y emocionales. A partir de ahí, los niñ@s se comunican con quienes les rodean para compartir ideas y trabajar juntos en la construcción de un mundo de bloques sin igual.